Piaget
Elegancia. Esa es la palabra que resuena en cada creación de Piaget. Desde su fundación en 1874 en el tranquilo pueblo suizo de La Côte-aux-Fées, Piaget siempre ha hecho las cosas con un sentido de la gracia y el refinamiento que se siente casi sin esfuerzo - sin embargo, es cualquier cosa menos eso.
Originalmente especialista en movimientos ultraprecisos, la maison saltó a la fama no sólo por su ingeniería, sino por fabricar los calibres mecánicos más delgados que el mundo había visto jamás. Lo que comenzó como una búsqueda de la delgadez se convirtió en una filosofía: relojes que desaparecen en la muñeca, pero dejan una impresión duradera.
En las décadas doradas de los años 50, 60 y 70, Piaget se convirtió en un símbolo de audaz creatividad y sofisticación de la jet-set. Era la época de las esferas de malaquita y lapislázuli, los intrincados brazaletes de oro y las formas de caja que desdibujaban la línea entre joyería y cronometraje. Sus Relojes Vintage de esta época siguen estando entre los más artísticos y distintivos que se han fabricado jamás: sin complejos, elegantes, salvajemente imaginativos y profundamente coleccionables.
Poseer un Piaget Reloj Antiguo es llevar algo más que el tiempo. Es llevar una pieza del glamour de mediados de siglo, plasmada en oro macizo y piedra. Es apreciar la rara intersección de la alta relojería y la alta costura.
Pero bajo la belleza se esconde la brillantez. Cada movimiento Piaget, por fino que sea, se elabora íntegramente en la manufactura, un testimonio de su tranquila maestría. Sin atajos. Sin compromisos.
Un Piaget es para el coleccionista que se mueve con sutil confianza. Alguien que comprende que el verdadero lujo nunca es ruidoso: susurra en tonos dorados y piedra pulida, en acabados a mano y armonía.
Es un Reloj Antiguo no sólo para vestir, sino para ser visto. Atemporal, atrevido y eternamente refinado.